El odómetro marca unos 92.000 kilómetros y está en perfecto estado de conservación y mantenimiento. La pintura metalizada en rojo-negro bitono es exclusiva.
Los asientos son deportivos y llevan tapicería de tela de alcántara y cuero negro, con costuras de contraste en rojo.
Todas las revisiones y el mantenimiento se han realizado en el servicio oficial de Toyota, estando al día en todo lo necesario.